¿Cómo habrá pasado la palabra de designar a un mortero a designar una persona grosera?
Publicado en El Mercurio de San Jerónimo. Boletín de noticias curiosas del pasado novohispano publicado por la Universidad del Claustro de Sor Juana, No.2 (Enero-Febrero 2009)
3 comentarios:
Ayy, yo ya había comentado esto desde la otra vez y no se publicó las loqueras que te había puesto. Naque exijo su publicación.
Creo que decía que a lo mejor el ruido y el escándalo que se hace al golper la cosita esa es como oir a alguíen decir palabas altisonantes o "majaderas".
Y cómo estaré receguetas que no me había dado cuenta que me dedicaste este post.
Es lo bueno de no publicar mis comentarios,ya vez ahora si le buscas y le escarbas por ahí debe estar el otro.
Besitos majaderos y sin bozal.
De la misma forma que "carajo" paso de ser un puesto de vigilancia en un barco a una maldición o un lugar muy remoto y que "envergonamiento" paso de significar vergüenza a referirse a otras cosas... ¬¬
Carmen:
Pues lo busqué y no apareció... fue tragado por algún hoyo negro del ciberespacio. Gracias por este otro, abrazos filológicos! Y a ver si ya se nos hace ese tan pospuesto encuentro.
A.J.:
Muchas gracias por tu visita y por tu comentario. Mira, qué interesante eso de carajo, no me la sabía, está bueno. E insisto, cómo? por qué? O sea... cómo pues?
Bueno ya, dejo de preguntar y te mando un ciber-saludo.
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