El otro día leí una entrevista que le hicieron a un tuareg, Moussa Ag Assarid, un nómada del desierto que estudia en una universidad en Francia. Es una entrevista muy bella, Y hubo dos frases que se me han quedado en la mente. Acá las comparto en contexto:
MOUSSA: Allí [en el desierto] todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
ENTREVISTADOR: Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
MOUSSA: Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
ENTREVISTADOR: Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
MOUSSA: Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
ENTREVISTADOR: Fascinante, desde luego...
MOUSSA: Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
ENTREVISTADOR: Qué paz...
MOUSSA: Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
MOUSSA: Allí [en el desierto] todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
ENTREVISTADOR: Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
MOUSSA: Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
ENTREVISTADOR: Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
MOUSSA: Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
ENTREVISTADOR: Fascinante, desde luego...
MOUSSA: Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
ENTREVISTADOR: Qué paz...
MOUSSA: Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.
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