(O de la yuxtaposición).
No quise creer lo que veía. Dos hombres. Uno en el metro y otro en un camión. Il solito giornale, sensacionalista, alarmista, con el indispensable objeto-mujer en traje de baño en la portada. Y ellos como si nada. En una de las primeras planas, el cuerpo quasi-desnudo se encontraba del lado izquierdo, perpendicular al cuerpo del niño de 5 años que yacía en el piso, ensangrentado, con el titular indolente que hacía de su muerte una venta segura. En la otra, el objeto del deseo se encontraba justo encima, como si se reclinara sobre un piso inexistente. Y sonreían. Ambas sonreían. Y los hombres sostenían las hojas de sus periódicos como si sostuvieran algo perfectamente inofensivo e intrascendente.
2 comentarios:
maldita enajenación de masas que sólo juega con el morbo de las personas... ash
Es terrible, tanta indolencia e indiferencia.
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