M.
La toma como tomaría a su niña. Tomaría a su niña de la misma manera. Juega con el cuerpo de su niña, le da vuelta, se cubre con ella el rostro, la boca, los ojos. Y la pequeña, la pequeña sigue abandonándose en la dirección exacta que él ha emprendido cuando ha empezado a jugar.
Marguerite Duras, El amante
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