"...to enclose the present moment; to make it stay; to fill it fuller and fuller, with the past, the present and the future, until it shone, whole, bright, deep with understanding."

Virgina Woolf, The Years


6.7.11

Quedamos los que puedan sonreír

No esperaba que la vida cambiara el sentido de las palabras tan pronto, tan imperceptiblemente, tan naturalmente... de una forma tan límpida y transparente. Fueron palabras que sólo yo escuché, como si fuera la primera vez que las escuchara, entendiendo su sentido como si hablaran de mí justo en ese momento. Me recorrió un sentimiento de felicidad serena, de reconocimiento:

Estos años son cierta agilidad con que el sol te dibuja en el porvenir, son la verdad o el fin, son dios. Quedamos los que puedan sonreír, en medio de la muerte, en plena luz. En plena luz. 

Y también:

Al final de este viaje en la vida quedarán nuestros cuerpos cansados de ir a la muerte, al odio, al borde del mar. Al final de este viaje quedará nuestro rastro invitando a vivir. Por lo menos por eso es que estoy aquí. 

Sólo después me sorprendí recordando, un recuerdo que parecía ya lejano, extraño, desfasado o fuera de lugar. Mi cuerpo reconocía y sentía verdaderamente la cura. 

Durante todo ese tiempo, que no debió haber sido más de un minuto, miré hacia arriba, abstraída del ruido del tren del metro que ya llegaba, del movimiento de la gente a mi alrededor, como si viera efectivamente una luz o una transparencia de aire. Después de eso, continué sonriendo. Repitiendo no sólo para mí misma, sino para una ambigua humanidad: Somos prehistoria que tendrá el futuro, somos los anales remotos del hombre: estos años son el pasado del cielo. 

Al final de este viaje está el horizonte. Al final de este viaje comienza un camino, otro buen camino que seguir, descalza, contando la arena.