"...to enclose the present moment; to make it stay; to fill it fuller and fuller, with the past, the present and the future, until it shone, whole, bright, deep with understanding."

Virgina Woolf, The Years


14.7.09

Money Money

Después de pagar el súper, caminé al lado de las cajas (alineadas, tan bien educadas ellas como siempre, a la izquierda) hacia la salida. Había tres policías y otro individuo rodeándo un cajero (del cual había intentado sacar dinero inútilmente antes de entrar a hacer mis compras). Deben de estar rellenándolo, pensé.

Se veían cómicos. Tres hombres con sendas armas, tratando de cubrir los 50 o 70 o menos centímetros de ancho que mide el cajero: uno volteaba a la izquierda, otro a la derecha, y otro hacia el frente. Pensé si a alguien ahí en ese momento se le ocurriría desafiarlos y volarse una lana. Cuando pasé frente a ellos, el poli de enmedio y el otro señorcito que se encargaba, presuntamente, de los meros dineros, estaban en cuclillas sobre el piso, organizando unos 15 o 20 o más centímetros de billetes en un (presuntamente) dispositivo dispensador. Habían dejado unos billetes sobre el piso, el de hasta arriba era de quinientos; me pregunté si harían robos hormiga, y cómo se controlarían (o se podrían controlar) ese tipo de cosas.

Decidí caminar las tres cuadras de regreso a casa. A mitad de la segunda, vi a un chavo sentado en frente de un negocio que ya estaba cerrado y tenía la malla bajada. Juntaba montoncitos de monedas, apenas unas cuantas, sobre el pavimento sucio de la banqueta; entre las piernas tenía una bolsa de paletas de caramelo, abierta hasta arriba, como las llevan las personas que ofrecen paletas cuando uno está cómodamente tomando el café o comiendo en alguna terraza.