"...to enclose the present moment; to make it stay; to fill it fuller and fuller, with the past, the present and the future, until it shone, whole, bright, deep with understanding."
Virgina Woolf, The Years
2.3.19
Un sol espejo
Ayer soñé que cantaba mientras te daba un beso. Mi voz entraba en tí por la boca en vez de llegarte por los oídos. Me escuchabas con la lengua y te dabas cuenta de que había un leve sabor de mar en mi voz. Cantaba dándote un beso. Mis manos también estaban mojadas. La sal de mis labios despertaba en tí una sed multiplicada. Y esa sed te hacía ir de una de mis vidas a la otra. Y cantaba por todas partes, llenándote con mi voz. Llegó un momento en que mi voz, como un líquido brillante, salía también de tu boca. Se desbordaba cubriéndote. Pero en realidad debería decir cubriéndonos. Cambiaba la memoria de nuestra piel. Transformaba todo en nosotros, incluso nuestro presente. Nos asombrábamos ante quiénes éramos ahora. Y nos reconocíamos con entusiasmo, casi a gritos: somos los anhelos que vivieron dentro de nosotros. Somos dos azares separados que vivieron con sed uno del otro. Sólo ahora, en estos cuerpos prodigio de ensoñación, hemos podido encontrar de nuevo una ternura olvidada. Estábamos anhelantes, ocultos, resignados. Ahora nos enciende una alegría y una sed inocentes. Un sol espejo invocó al nuestro. Así decía mi canción, mientras te daba un beso y todo comenzaba de nuevo.
Una variación de perspectiva en torno a "Segundo Sueño", En los labios del agua, de Alberto Ruy Sánchez.
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