"...to enclose the present moment; to make it stay; to fill it fuller and fuller, with the past, the present and the future, until it shone, whole, bright, deep with understanding."

Virgina Woolf, The Years


9.8.08

Las Horas II - Todo lo iguana que se puede

La tierra es como el cielo. Todo es fruto
de una máquina de soledad. El viento
campea displiciente. Nada tiene
sino una enorme juventud. El tiempo
carece de estatura. Por el día
pasa la flecha de todo lo que hiere.

El lugar de las cosas sobrevive
a cada instante. De una palmera salen
altas sonrisas y el agua sonríe
la tristeza. Quieto a fondo, miro
la destrucción de mi espesura.

Y es la tierra, mi tierra, el polvo mío,
el árbol de la noche sollozada,
las puntuales blancuras de la garza,
las luces de mis ojos,
el trayecto de una mirada a otra mirada.
El cielo que vuela de mis ojos a los cielos
de unos ojos terrestres
y las nubes que desbordan el canto.

Nada vive para morir sin dar.
En todo encuentro algo de mí
y en todo vivo y muero.
Estoy todo lo iguana que se puede,
desde el principio al fin.
Hay ya un lucero.


Villahermosa, una vez de octubre de 1966.

Carlos Pellicer

10 comentarios:

Jesús dijo...

¿Conoces o recuerdas el Himno entre ruinas de Paz? Recomiéndolo, salvo esas incrustaciones que nunca he entendido por qué vienen a cuento, lo que pone en cursivas. Ya lo verás.

P.D. ¿Que empiece de nuevo el juego, o estas ya son otras horas?

Juan Carlos Medrano dijo...

Estas dos entregas de Las Horas, ésta en particular, me une mucho a lo que hace poco leí de Daniel Guebel; aquí la cita:

"La vida es un momento de enamoramiento intercalado entre días o meses de búsqueda. La poesía, la danza y la música, parecen ser la herramientas de esa búsqueda, y así nuestra vida, se convierte en un derroche de todas ellas a ritmo lento y pausado, como para saborear cada momento sin prisa.

No se llega nunca a una explosión de emociones, nunca se llega a un clímax; la via misma es la que fluye, y no el éxtasis que se busca; unaespecie de juego previo extendido en el que el tiempo no importa, como si este juego previo, lavida, transcurriera on el cronómetro detenido"

...

Nadie vive para morir sin dar.
¡Sí cierto!
Ese "tal" Pellicer: ni moderno, ni postmoderno ni vanguardista... puro iguana (jiji).

Un abrazo desde el hoy calurosísimo y siempre arrebatado Puerto de Veracruz.

Domi.Tea.La dijo...

JESÚS: ¡Que sigan los juegos! Con ánimo olímpico incluso (aunque me haya perdido la inauguración; además, ya Juan Carlos le entró también, sin darse cuenta - ahora habrá más tela de donde cortar).

He de confesar que tuve que leer varias veces el poema de Paz (no, no lo conocía), y creo que entiendo sólo algunas imágenes; me queda la sensación de un entendimiento vago y ambiguo, como un destello apenas. Se me ha ocurrido que esas estrofas en cursivas sean escenas paralelas (en el tiempo, por qué no), tal vez descripciones de las ruinas mismas.

No obstante, mi querido Jesús, he encontrado dos posibles asociaciones, una pequeña y otra un tanto larga, ahi van, a riesgo de que esto se convierta en algo más largo que una entrada:

Primero, el final de un cuento de Bananna Yoshimoto (perdone usted, y no es por sangronería, pero no tengo el texto en español, pongo la cita en original como la tengo y luego ofrezco una traducción instantánea). El cuento se llama Strana storia sulla sponda del fiume (Extraña historia sobre la orilla del río):

"E mentre pensavo queste cose, mi sono accorta che qualcosa dentro di me scintillava.
Al mattino la superficie del fiume splende come se migliaia e migliaia di fogli d'oro stropicciati scorressero sull'acqua.
La luce che scintillava dentro di me era altrettanto radiosa.
E per un momento pensai que forse era quella che gli antichi chiamavano speranza."

"Y mientras pensaba esto, me dí cuenta que algo dentro de mí resplandecía.
Por las mañanas la superficie del río brilla como si miles e miles de hojas de oro restregadas fluyeran sobre el agua.
La luz que resplandecía dentro de mí era igualmente luminosa.
Y por un momento pensé que era aquella que los antiguos llamaban esperanza."

Y ahora un poema de Luis Vicente de Aguinaga, que tampoco encontré en la red, "La Salvación":

Contra el avance de la ruina,
contra el avance irreparable de lo que no tuvo principio y no tiene memoria,
lo que amarga la dicha de los frutos,
de las pausas,
te miro caminar hacia los árboles.

Tus pasos describen la orilla de las hojas,
la silueta de cada una de las ramas,
y los troncos descansan en tus manos abiertas.

Contra el designio que retrasa la muerte
de los que sólo buscan morir.
Contra el motor que horada como una súplica la noche.
Lejos del aire

o del tránsito amarillo y plomizo de los cuervos,
la tierra se ordena bajo esas pocas hojas
y el cielo se reduce.

Vuelves a caminar, porque los vientos
quieren que lo hagas.
Los troncos, igual que si vinieran
de la niebla, descansan
en tus manos de nuevo - y entre tus dedos se repite
la destreza de la bugambilia, que sostiene los muros
sin tocarlos.

ursula dijo...

JUAN CARLOS: Nunca se me había ocurrido pensar en la vida como enamoramiento - y sí, creo que todas esas cosas, la danza, la poesía, la música, tal vez toda creación, sean una búsqueda (y se me ocurre, por ejemplo, pensar qué buscará dios, si es que existe, y si es que el mundo es su creación).

Me gusta también, como sabrás corroborar, esa evocación de parsimonia, de lentitud e incluso de ausencia del transcurrir del tiempo - y la vida ahí medio detenida, mientras lo otro sigue jugando.

Ése verso que resaltas también es de los que más me toca. (Eso sí, cuidadito con DON Pellicer, cómo que puro iguana?)

Un abrazo desde la también calurosa, aunque como 50% menos, ciudad de Vancouver.

Juan Carlos Medrano dijo...

Aquí yo también me voy a echar otra entrada:

Antes de todo, perdón por mi intrusión en "el juego" ¿?. No eran ni mi intención ni mis ganas (jaja) pero como soy niño pedante y entrometido, aquí estoy de nuevo.

También saludo a mi compañero desconocido de juego: Jesús (hola Jesús; Juan Carlos, mucho gusto). Dicho lo dicho. Ahí les voy (en le mejor sentido de la frase) /

1. El Himno entre ruinas me gusta, Paz me gusta (punto) y creo firmemete en que las partes en cursiva se refieren simplemente a una sucesión de imágenes muy vívivdas que simbolizan, de alguna manera, lo que en realidad nos quiere dar a entender este "tipejo" (yo, usando puro despreciativo para los escritores, qué van a pensar de mí.... en fin): "el instante se cumple en una concordancia amarilla" o sea: todo es simultáneo, nada es eterno, todo es proyecto de ruina (ah chingao, bueno sí, algo así, creo yo).

2. De la primera asociación que haces (Ursula, querida) prefiero hablar en otro instante. Y decir de la segunda que no había tenido el placer de leer a Luis Vicente (incluso, me fijé que tienes una liga a su blog y entré en él) y que me pudo mucho su estilo y su anacronismo cultural y temporal: " la tierra se ordena bajo esas pocas hojas y el cielo se reduce" (what a heck!) / Creo que tanto él como Yoshimoto (incluso como Paz y Guebel, y Pellicer, por supuesto, que desencadenó todos estos egos en nosotros) se refieren (con diversos destellos de grandeza) al ANHELO DE RECONSTRUCCIÓN, DE CAMBIO Y DE EQUILIBRIO en la perspectiva diaria de lo que nos toca vivir. s decir, para algunos "todo está perdido", para otros "hay esperanza", para otros "consuelo", lo que es ineludible a todos es que el tiempo corre (a veces lento, imperceptible) y llena de dinamismo nuestros pareceres.

¡He dicho!
Gracias, señores miembros del jurado calificador.

Salú.
Ahora, si me lo permiten, me iré a poner algo de rock /y los pies en el suelo).

Y a la dueña del bló, decirle que muchas gracias por la invitación y usté disculpe el tiradero que le dejé; la próxima que sea en mi casa.

Abrazo, guiño, beso (Dear T).

Buena tarde a los dos.

ursula dijo...

Salucita, mi queridísimo don Medrano! Espero que se haya divertido usted, ya sabe que siempre es bienvenido (se le olvidó dejarnos su siguiente asociación, creo que se me olvidó explicarte tal regla. Pero bueno, no es manda).
Guiño, beso, abrazo (por ahi échese una de Janis).

Vas mi estimado Jesús, te toca.

Jesús dijo...

Hola Juan Carlos. Releeré el Himno entre ruinas desde el punto de vista que sugieres. Quizás esta vez me gusten más esas secciones en cursivas. Gracias en todo caso por compartir tu lectura...que finalmente de esto se trata, ¿no?, de cambiar perspectivas.

Hola Úrsula. Bueno, ya comenté algo en mi blog respecto al "juego". Pero, de Aguinaga, a quien tampoco conocía, definitivamente su poema me resultó sugerente. Gracias por compartirlo.

pensamientovisible dijo...

Está pocamadre este voyeurismo. Yo, como ahora estoy practicando ser maleducada y cínica, no ofrezco disculpas por la irrupción. Justo hoy pensaba en cuántos volúmenes de poesía complaciente duermen en los estantes de las bibliotecas. La única poesía viva, esa de la que todos se acuerdan y la vuelven tatuaje para epitafios, habla de lo verdaderamente importante: amor, muerte y, a veces, el viaje por el mundo. ¿De qué más está hecha la vida?

ursula dijo...

Qué onda Luza, qué gusto escucharte por acá de nuevo. Tenía una amiga que repetía siempre una frase de Cortázar: "De cinismo en cinismo, te vas volviendo vos mismo". Ahi me dices si funciona, yo creo que sí.

Pues ya que anda por acá, la invito a que se nos una y nos eche uno de su ronco pecho, o del ronco pecho de alguien más, si gusta

Un abrazo!

Juan Carlos Medrano dijo...

VOYEUR

Dícese del que mira sin ser visto,
se llama así quien ve pero no moja,
su lema es "se desnudan luego existo",
su Cristo aquel mefisto de Baroja.

Un ano es algo más que un agujero,
un mapamundi el plano de una teta,
la bruma es el plató del caballero
de la mano en la trémula bragueta.

Catedráticos en áticos de Utrillo,
doctor en cines equis de barriada,
prismáticos de alpaca en el bolsillo.

Para echarse a llorar como un chiquillo,
basta que lo sorprenda su cuñada
sudando y con la pinga en cabestrillo.

J. Sabina.

(¡Sáquese cabrón, prosaico éste!)
Bueno, no sé, se me antojó compartirlo. Es una buena dosis de cinismo y voyeurismo.

Salute.